Seis años después de su refundación, el New York Cosmos volverá a desaparecer. El exequipo de Pelé y más recientemente de Senna o el madridista Raúl se encuentra, según los principales medios deportivos estadounidenses, en plena liquidación. La Liga Norteamericana de Soccer (NASL), equivalente a la Segunda División por detrás de la MLS, lleva tiempo desangrándose y en este sentido el Cosmos, que ha cesado sus operaciones y rescindido los contratos de sus futbolistas y técnicos, no es ninguna excepción. De hecho, ahora mismo sólo cuenta con cuatro clubes confirmados.

En plena turbulencia financiera, el Cosmos ha pagado la nómina de noviembre, pero ya no diciembre. Termina así una segunda aventura que, tras 29 años, arrancó en 2013 con Raúl González y Marcos Senna como reclamos. Los neoyorquinos se metieron en los play-offs en las cuatro temporadas de su nueva andadura, y ganaron tres campeonatos de Soccer Bowl incluyendo el de este año. Sin embargo, en una Liga muy deficitaria económicamente no dejaron de dar pérdidas. La búsqueda de un comprador, al menos hasta el momento, ha sido en balde.

La historia se repite y lo hace además de manera similar a su primera defunción, cuando en 1984 se ahogó por las enormes cantidades de dinero destinadas a fichar jugadores del perfil de Pelé, Beckenbauer, Neeskens, Carlos Alberto o Cruyff. Con el Cosmos desapareció también la Liga de Soccer, que se tomó un paréntesis hasta 1992, dos años antes del Mundial en Estados Unidos.

En la carta de rescisión entregada a cada jugador se les asegura que cobrarán también todas las primas de 2016, pero nada del resto de sus contratos con independencia de las temporadas firmadas. Entre otras cosas, la competencia del New York City de David Villa ha sido mortal de necesidad para un Cosmos que se quedó sin un gran trozo del pastel de ingresos. Su presidente, Seamus O´Brien, sigue a la búsqueda de inversores por Asia y Europa con la esperanza de resucitar el club de cara a 2018. Pero a día de hoy es un proyecto inviable, de ahí la decisión de bajar la persiana radicalmente.

Sobre el papel, los planes pasaban por convertirse en el mejor equipo de USA en 10 años. Sin embargo, con escasos aficionados, ni siquiera ha conseguido imponerse en Nueva York, donde además del City le ha adelantado el Red Bulls.