Carlo Ancelotti, el hombre tranquilo, se convierte en un volcán cada vez que recuerda su paso por el Real Madrid. Lo ha vuelto a demostrar en su último libro, no en vano titulado "El líder calmado: cómo conquistar mentes, corazones y victorias". Buena parte de sus páginas están destinadas, una vez más, a ajustar cuentas con el club del que salió por la puerta atrás. En especial con Florentino Pérez, al que retrata desvelando trapos sucios que hasta ahora se intuían pero que no habían trascendido. Por ejemplo, las presiones presidenciales a favor de Bale, las juergas de los jugadores sin castigo o la capitanía de facto de Sergio Ramos por encima de Casillas.

"Una mañana de marzo recibí un telefonazo del director general que me dijo que el presidente quería hablar al final del entrenamiento. Algo insólito. Cuando fui a ver al presidente me dijo que el agente de Gareth Bale había estado en su despacho para hablar del jugador. Meses antes, el 4 de enero, yo había sustituido a Bale en el partido que representó el fin de nuestra racha victoriosa. Según los rumores, el presidente había visto en ese cambio un ataque contra él. Y cuando me lo echó en cara, no lo entendí. Aquello motivó que, desde entonces, perdiera la confianza en mí", aseguró el italiano en una entrevista con El Partidazo de Cope.

Ancelotti también habló sobre las acusaciones de ser muy blando en el vestuario: "El club quería presionar a los jugadores. Decían que 'necesitamos trabajar más. Tenemos que concentrarnos más antes de los partidos. Pero era un error. Yo necesitaba dar más descanso a los jugadores. Estuvimos un mes con lesiones y casos de agotamiento.Y eso fue determinante cuando perdimos la Liga. Perdimos también ante el Barcelona en ese periodo, y entre febrero y marzo tuve lesionados a cinco jugadores importantes: Ramos, James, Pepe, Luka Modric y Karim Benzema".

Los últimos meses de Ancelotti estuvieron marcados por la famosa fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo, la que daría pie al "Kevin Roldán, contigo empezó todo". Sin embargo, no fue la única juerga nocturna que se quedó sin sanción: "En el Madrid teníamos jugadores que se iban de marcha hasta las cuatro de la mañana. Yo podía decirles: '¿Qué hacéis? ¿No sabéis que eso no está bien?' Pero era el club el que tenía que ponerles una multa o suspenderlos. No el mánager".

Ancelotti también tuvo palabras para el polémico final de Casillas, un capitán que no ejercía como tal: "El capitán no siempre es el líder principal. En el Madrid, el capitán no era Ramos. Ese honor pertenecía a Casillas. En particular, porque Casillas no jugaba todos los partidos. Casillas era el capitán porque venía de la cantera y había jugado muchos partidos para el club. Pero Ramos era el líder más fuerte".