El aplazamiento del partido entre el Celta de Vigo y el Real Madrid por problemas en una cubierta del estadio Municipal de Balaídos debido al temporal que ha afectado al norte de España ha levantado una enorme polémica que ha derivado en un cruce de declaraciones entre el Real Madrid y el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

El Real Madrid hizo un comunicado este lunes en el que afirmaba que “lamenta las desafortunadas declaraciones del alcalde de Vigo, Abel Caballero, en las que asegura que este club despreció las medidas de seguridad exigidas para la disputa del partido Celta de Vigo-Real Madrid", señala en el primer punto. "Estas afirmaciones del alcalde no solo están fuera de lugar sino que son rotundamente falsas, porque el Real Madrid no ha cuestionado en ningún momento las medidas de seguridad establecidas en el estadio de Balaídos", añadió.

Por su parte, Abel Caballero había asegurado que “esperaba de la grandeza de un equipo como el Madrid que lo asumiera cooperando, no metiendo presión".

Pues bien, el partido entre el Celta y el Real Madrid se suspendió el sábado por problemas en una de las cubiertas del estadio, y lo mismo sucedió con el encuentro que el viernes debían disputar el Deportivo de la Coruña y Betis en Riazor. Lo curioso es que, según una información de El País de la que se hace eco el Diario As, fue ACS, empresa de la que es propietario Florentino Pérez, quien declinó reparar la cubierta de Riazor, ya que fue la que ganó el concurso público pero “tras meses de discusiones”, siempre según este diario, “la obra no se ejecutó”.

Esto aseguraba El Pais: “Dragados concursó para la reparación de la cubierta de Riazor. La licitación se aprobó en junio de 2014 con un presupuesto de 2,6 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses. La obra afrontaba el cambio de quince mil metros cuadrados de cubierta con una antigüedad de veinte años. Pero 'ocurrió que Dragados percibió al subir a la azotea de Riazor que había pujado por bastante menos dinero de lo que debería gastar en la reparación'".

Curiosamente, desde los medios de comunicación más cercanos al Real Madrid, se ha cargado estos días contra el Ayuntamiento de Vigo acusándolo de tener el estadio de Balaídos en malas condiciones.