Gil Manzano, el colegiado de la polémica, se vio obligado, al igual que el valenciano Mateu Lahoz a pasar las pruebas físicas de validación con sus compañeros de Segunnda División B. Los 18 colegiados restantes de la máxima categoría del fútbol español lo hicieron en la localidad valenciana de l´Alcúdia (que volvió a acoger estas pruebas al igual que sucediese ya en 2015), pero Gil Manzano y Mateu Lahoz, al ser los colegiados designados para pitar los dos partidos de vuelta de semifinales de la competición del KO, lo hicieron más tarde.

La decisión estaba ya tomada de antemano dentro de la planificación de las jornadas de trabajo que llevaron a cabo el colectivo arbitral (árbitros principales de LaLiga Santander, LaLiga 1|2|3 y Segunda División B) en València y que consistían en pruebas físicas y clases teóricas.