Claudio Ranieri, víctima de una de las destituciones más polémicas de la historia, recibió una oferta para volver a entrenar sólo tres días después de que el Leicester anunciara su despido. El equipo que llamó a su puerta fue el Wolfsburgo, que le ofreció el cargo tras el despido de Valerien Ismael. Sin embargo, Ranieri lo declinó porque prefiere dejar pasar unos meses antes de volver a trabajar. Según su entorno, el italiano está "devastado" por lo ocurrido en el Leicester, con el que hace apenas unos meses protagonizó una de las mayores gestas de la historia del fútbol moderno.

En la información, publicada por diario Leicester Mercury, se añade que según su agente, Steve Kutner, la intención de Ranieri es seguir entrenando en Inglaterra:"Ya ha existido interés en Claudio en Italia y en China. Pero su prioridad es volver a dirigir en la Premier League. Lo hará tan pronto se presente una oportunidad". La Fiorentina es uno de los equipos que han tanteado su situación.