Los implicados en la batalla campal durante un partido de infantiles en Mallorca, cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo, se exponen a duras sanciones económicas. A todos ellos se les aplicará la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida Ley Mordaza, que contempla sanciones económicas de hasta 10.000 euros para infracciones "graves".

La Federación balear de fútbo, que estudia cerrar los campos de los dos clubes de la discordia, envió el lunes la información de lo sucedido a la Delegación de Gobierno, que ahora abrirá expedientes a todos los implicados sin perjuicio de que la propia Federación se presente como acusación particular. La trifulca empezó con una entrada de un jugador de la Unión Deportiva Alaró sobre un futbolista del Collerense, lo que provocó en primera instancia una discusión entre los jugadores de ambos equipos y, en segunda, una pelea entre padres.

Los equipos implicados han tomado ya medidas. La junta gestora del Alaró decidió retirar de la competición a su conjunto infantil y expulsará a jugadores, miembros del cuerpo técnico y personal del club que participaron en la trifulca. Incluso les prohibirá el acceso a sus instalaciones. El Collerense, por su parte, ha expulsado a dos jugadores por haber estado implicados sus padres en la pelea.