Lopetegui tenía claro, cuando llegó el verano pasado, que la revolución era necesaria y que nuevos nombres tenían que entrar en la selección española. Sin un cambio de cromos radical, el entrenador vasco ha ido poco a poco gestionando el fondo de armario de un grupo cuya última convocatoria tiene mucho que ver con la sub-21 de 2013, cuando el técnico conquistó el campeonato europeo. Desde De Gea en portería hasta Morata en la punta de ataque, pasando por Thiago y Koke. ‘Los cachorros de Julen’ se abren paso y copan buena parte de la última lista de La Roja. Hasta ocho futbolistas, más Deulofeu, hijos de aquella selección estarán en los duelos ante Israel (clasificatorio para el Mundial de Rusia en 2018) y Francia (amistoso).

Cuatro años después la transición de la selección ha encontrado su camino. De Gea, Nacho, Koke, Thiago, Morata, Carvajal, Isco, Illarramendi y Deulofeu. Hasta nueve integrantes de aquella a la que llamaban ‘Rojita’ se han hecho mayores y ya visten la camiseta de la absoluta. En el caso de Illarra su presencia ante Israel y Francia está en duda. El centrocampista ha llegado con molestias a una convocatoria que recibió con ilusión y que podría acabar sin participación del donostiarra. A pesar de eso, Lopetegui ya ha mostrado su confianza en un hombre que se destapó precisamente con el técnico en el banquillo. Por su parte, Deulofeu, que jugó fase de clasificación para aquella Eurocopa sub-21 pero no estuvo presente, ha renacido en el Milan después de no cuajar con Koeman en el Everton. En San Siro ha entrado con buen pie y, aunque su llamada genera polémica, el seleccionador le tiene en su lista de favoritos para la banda.

Centro del campo de lujo

El medio del campo de aquella generación se convirtió en la envidia para el resto de países, que veían con recelo cómo España tenía asegurado el futuro de éxitos. La realidad es que, tras dos Eurocopas y un Mundial de manera consecutiva, el fútbol español era el epicentro de todos los análisis. No solo el equipo absoluto campaba con esa superioridad, también la sub-21, en la que Illarra, Koke, Thiago e Isco eran ejemplo del toque y jóvenes con un futuro bárbaro.

Dos de esos nombres llegaron al Santiago Bernabéu precisamente después de aquel Europeo sub-21 en el que vencieron a la Italia de Verratti, Florenzi, Insigne o Gabbiadini. Isco aterrizaba después de salirse en el Málaga, con el que había llegado a cuartos de final de la Champions League. Mientras, Illarramendi conseguía meter a la Real Sociedad entre los cuatro primeros, algo que les valió para sellar su billete de viajes por Europa. Thiago, con intermitencia en el Barcelona, fue otro de los que encontró en aquella cita un punto de inflexión y se marchó al Bayern Múnich. Hoy, cuatro años después, es un futbolista más completo e incluso más cercano al área rival. Por último está un Koke Resurrección que sigue en el Calderón, donde se ha convertido en uno de los pilares del ‘Cholo’.

La zona medular no ha sido la única que ha crecido. Morata se asomaba como eterna promesa pero, tras madurar en Turín, es ya un habitual en la selección española donde tiene como máximos rivales a Diego Costa y Iago Aspas. De Gea, por su parte, es uno de los mejores porteros del mundo y ya nadie duda que es el presente y futuro del combinado de Lopetegui.