El gol número 500 de Messi como azulgrana pasará a la historia por la celebración. La Pulga, ni corto ni perezoso, desafió al Bernabéu quitándose la camiseta y mostrándola a la grada mientras se santiguaba. Fue, encima, el gol de la victoria. Y en el descuento, al estilo Real Madrid. Un contragolpe que dio paso a una imagen para la posteridad, la del argentino encarado contra la grada del eterno rival. Minutos antes había sido Sergio Ramos el desafiador tras su expulsión.