La última jornada de fútbol en España ha vuelto a dejar imágenes denunciables de violencia gratuita. Esta vez el escenario ha sido la Tercera División madrileña. En el descuento del partido entre el San Fernando y el Alcalá, una quincena de radicales del equipo visitante saltó la valla que separa el campo de la grada para agredir a los árbitros por un penalti que acaban de señalar. La tángana derivó, a la postre, en un linchamiento a los jugadores locales que se interpusieron en su camino. Los incidentes, en una jornada negra, continuaron a la conclusión del partido en el tunel de vestuarios.