Las lágrimas pudieron ser de rabia, pero fueron de alegría. Así de grande es el fútbol. Hugo Guillamón y Ferran Torres volverán de Croacia con la medalla de campeones de Europa Sub-17 colgada del cuello. Como había prometido, España compitió hasta el final. A pura épica. Con la hora cumplida, con el portero Álvaro Fernández incorporado para rematar y en el último saque de esquina del partido, Nacho Díaz -delantero del Villarreal- se adelantó a su marcador y llevó el partido a la tanda de penaltis. Después de una recta final en la que España empujó sin suerte y el portero inglés había sacado un par de remates increíbles a Sergio Gómez y Miranda, la selección Sub-17 encontró con justicia el empate a dos. Bursik no estuvo fino. Sin prórroga, la final se fue a los penaltis. Como sucedió ante Alemania en semifinales, La Rojita pudo más. Fue más precisa y controló mejor sus emociones. Todo lo contrario que el cuadro inglés, destrozado tras el golpe del empate en el último instante. Abel Ruiz, Mate Morey, Sergio Gómez y Víctor Chust no fallaron sus lanzamientos. El central valenciano del Real Madrid marcó el definitivo. Los ingleses empezaron sin fallo, con Barlow, pero Brewster y Latibeaudiere fallaron consecutivamente. El equipo de Santi Denia recupera un título que se les resistía desde 2008, cuando el único valencianista fue Sergi Mut.

El año pasado en Azerbaiyán, Portugal superó a España en los penaltis. La Federación se ha sacado la espina a lo grande. El próximo mes de octubre, la Sub-17 estará en el Mundial de India como campeona de Europa. El sueño de Ferran Torres y Hugo Guilllamón se hizo realidad. Los dos valencianistas prometieron competir y cumplieron a lo grande. En Croacia han liquidado a tres transatlánticos de la categoría como Italia, Alemania e Inglaterra. Los penaltis marcaron la diferencia ante germanos e ingleses, pero España demostró ser más. En la final, la escuadra de los tres leones cumplió con lo prometido. Jugadores como Foden o McEachran tienen muy buena pinta, Jadon Sancho tiene una potencia descomunal y Hudson-Odoi ofrece una mezcla de condiciones realmente exuberante. El potencial físico y técnico de Inglaterra lo contrarrestó España con asociación, organización y capacidad de sufrimiento. No hubo muchas ocasiones y sí fogonazos. Dos veces golpeó la escuadra de Cooper y dos veces respondió España a través del juego. Ese fue el mérito. El equipo de Denia siempre ha encontrado la fórmula para reponerse en este campeonato, empezando por los dos goles que levantó ante Turquía en el debut (2-3 final) hasta el partido de cuartos ante Francia, donde Gouiri marcó primero. Esta generación del 2000 tiene recursos de todo tipo, pero la diferencia está en la mentalidad, en su fuerza como colectivo.

El partido empezó frío frió para España. Eso sí, con la mejor versión de Ferran Torres. El extremo derecho del Valencia dejó una hora de partido descomunal. La igualdad la rompió Hudson-Odoi. Jadon Sancho arrancó como un avión por la izquierda y cedió a su socio en el ataque, que rompió en diagonal, aceleró y disparó buscando la escuadra… Guillamón intentó cortar el balón, pero sólo pudo envenenarlo. El central volvió a exhibir sus cualidades defensivas ante un auténtico toro. Inglaterra lo había ganado todo y había goleado hasta la fecha.

En el peor momento de España fue un jugador del Valencia quien cogió la bandera de la remontada. Ferran Torres se ofreció y buscó la yugular de la retaguardia inglesa. Siempre por derecha volvió loco a Gibson, una y otra vez. En uno de sus zigzags rompió a todos los ingleses que le salieron al paso… su disparo encontró el lateral de la red. No fue gol, pero España empezó a creer. Así, en una brillante asociación entre Abel Ruiz y Mate Morey llegó el empate a uno. Faltaban dos minutos para el descanso y la selección respondía con un golpe sobre la mesa. Morey, lateral mallorquín del Barça, no sólo ha sido el mejor 2 del campeonato, ha brillado para ser considerado MVP.

La segunda parte comenzó con los mismos síntomas del primer acto. Con Sancho sesteando y Hudson-Odoi buscando la forma de matar la final. El partido estaba cerrado y el chispazo lo encontró Inglaterra en el minuto 58, cuando Foden -zurdo de calidad- recogió un balón en la frontal, tras un saque de esquina en el que los defensas españoles estuvieron demasiado alborotados, y lo ajustó perfecto al palo izquierdo de Álvaro Fernández. A partir de entonces, los ingleses se dedicaron a ensuciar el partido y frenarlo. No se podía jugar, pero España jugó. Sergio Gómez topó con Bursik tras una muy buena jugada por la izquierda. La diferencia estaba en el acierto y en la eficacia en las áreas. Denia movió el banquillo, primero metió a Beitia (llegado a Croacia por el lesionado Álvaro García)Beitia, después recurrió al sevillista José Alonso Lara, que agitó el secto izquierdo, y finalmente lanzó a Nacho Díaz en punta. Acertó. El atacante andaluz del Villarreal fue el héroe. Antes, Bursik volvió a aparecer para evitar el empate a dos y despejar un buen disparo de Miranda. Todo parecía perdido, pero España siguió creyendo. Con Ferran empeñado en encontrar el centro preciso. Hubo premio. La generación del 2000 ha empezado a rodar, ya es campeona de Europa.