Jon Erice, capitán del Real Oviedo, no es muy querido por los aficionados del conjunto asturiano. El centrocampista navarro es, junto a David y Susaeta, uno de los futbolistas a los que el público azulón les tiene cogida la matrícula tanto por cuestiones antideportivas como por dinamitar el buen ambiente del vestuario al criticar a Fernando Hierro, entrenador del equipo que lucha por el ascenso a LaLiga. El pasado domingo, una pancarta lucía en el Carlos Tartiere la leyenda "un buen capitán nunca hunde su barco", en referencia al polémico jugador, que incluso fue silbado durante el partido.

Este miércoles, Erice protegonizó un increíble incidente al acudir al lugar de trabajo de un destacado miembro del grupo de aficionados 'Symmachiarii' para encararse con él. Tras acceder al establecimiento gritando e insultando, se le pidió que saliera del local. Una vez fuera, el centrocampista y el aficionado (que en ningún momento se amedrentó) se encararon ante la atenta mirada de los transeúntes sin llegar a más la discusión.

Fernando Hierro ha apartado al jugador, que no estará junto a sus todavía compañeros en el duelo de la última jornada de LaLiga 123 en Elche.

Un jugador la lía en el negocio de un aficionado

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