Un penalti cometido sobre Jandro y transformado por el incombustible Pepín le sirvió al Olímpic para arrancar de Écija un valiosísimo empate que le deja a un solo paso del ascenso. Tanto es así que la cosa es bien sencilla. Si el conjunto setabense es capaz de mantener su portería a cero en la Murta ante los andaluces, será equipo de Segunda B.Segunda B

El calor apretó durante el día, pero a la hora del partido ya no fue tan intenso. Fueron más fuertes los calores que le entraron al Olímpic cuando al filo del descanso y poco después de que a Marc Cosme se le marchase fuera un cabezazo franco, Moyita hizo un auténtico golazo que ponía en ventaja a los andaluces y ponía cuesta arriba el partido.

Sin embargo, el conjunto setabense no se descompuso con el mazazo y tras el descanso hizo alguna variación. En una de sus aproximaciones Jandro fue derribado en el área del conjunto sevillano. El colegiado señaló el penalti y el veterano Pepín —el lanzador habitual es Jandro, pero como fruto del derribo tenía el tobillo dañado y no pudo lanzar la pena máxima—transformó el lanzamiento dejando atrás los fantasmas de una lesión que ha mantenido al de Moixent demasiado tiempo alejado de los terrenos de juego y que permitía al Olímpic respirar puesto que todos sabían que un gol a domicilio a estas alturas es un valioso botín.

Aún quedaba más de media hora de encuentro por delante en un estadio repleto de aficionados y que apretaba con ganas.

Sin embargo, ahí se impuso la veteranía del Olímpic ya que en esa última media hora lo bien cierto es que el juego apenas tuvo continuidad. El partido entró en una fase en la que cada caída casi originaba una tangana entre futbolistas. De hecho, hubo lío hasta con los jugadores que estaban calentando en la banda... pero con todo eso fueron pasando los minutos sin ocasiones claras y posibilitando que el partido acabase con un empate esperanzador para los setabenses.