"Una boda y un ascenso, ya en los mejores cines", tuiteaba el Ontinyent a la conclusión de una eliminatoria dramática e histórica. Esa es la mejor descripción del ascenso a Segunda División B. En la cita decisiva ante el Alavés B, Raúl Poveda, el guardameta titular, no pudo acudir a Vitoria por una razón de peso: se casaba. Su sustituto, Iván Vallés, de 19 años, fue el protagonista al detener dos penaltis en la épica tanda con 9 jugadores y después de ver como el filial blanquiazul, que acabó con 10, igualaba el 3-0 de El Clariano. La alegría se desbordó cuando José Antonio Soler anotó el lanzamiento del ascenso, aunque los piropos fueron para Iván Vallés. El Ontinyent regresa a Segunda B tras superar tres eliminatorias con el factor cancha en contra ante Terrassa, Arcos y Alavés B.