Hay caso Neymar. El brasileño medita con más fuerza que nunca la posibilidad de abandonar el Barça cuando está a punto de iniciar su quinta temporada en el Camp Nou. No por los problemas fiscales derivados de su fichaje en 2013, ni por una cuestión monetaria. La obsesión del '11' es el Balón de Oro, el único título que le falta a sus 25 años y que parece difícil que pueda levantar con Leo Messi en el mismo vestuario. Solo en 2015 estuvo en el podio de aspirantes.

Es lo más lejos que ha llegado por un trofeo individual que quiere a toda costa. La familia de Neymar cree que siempre estará eclipsado en el club azulgrana, que es el momento de dar un salto más en su carrera, según el diario 'Sport'. De ser el líder de un megaproyecto, lejos de la alargada sombra del argentino, para aspirar a convertirse en el número uno del mundo. Su máxima aspiración.

Se avecina un terremoto en Can Barça. El que puede ser el gran 'bombazo' del verano, y el mayor traspaso de la historia del fútbol, si Neymar da el visto bueno a los ecos de su entorno más directo que le aconsejan salir de inmediato del equipo de Ernesto Valverde.

El PSG está al acecho. El gigante francés, a la expectativa de un movimiento de Neymar, aprovechará el interés del Barça por Marco Verratti (al que se niega a vender por menos de 100 millones) para lanzar una nueva ofensiva por el '11'. Neymar es la obsesión del presidente Nasser Al-Khelaifi, que ya ha intentado su fichaje en al menos tres ocasiones, la última con una oferta de 40 'kilos' de nómina, esto es, 15 millones más de lo que percibe ahora en el Barça.