Real Madrid y Barcelona ya están en Miami para disputar la madrugada del sábado al domingo el primer clásico de la temporada. Será en el partido amistoso que disputarán en el marco de la International Champions Cup.

El Real Madrid aterrizó anoche en Miami a las 22:30 hora local (2:30 GMT) y la expedición ya está concentrada en su hotel. Los merengues atravesaron Estados Unidos de oeste a este, ya que volaron procedentes de Los Ángeles, donde el miércoles el Real Madrid perdió por 4-1 contra el Manchester City.

Alrededor de un centenar de aficionados esperó al conjunto blanco en la puerta del Hotel Mandarin de Brickell Key, una pequeña isla pegada al distrito financiero de Miami, Brickell.

La hora tardía echó para atrás a algunos madridistas en Miami, pero los que se acercaron se mostraron animosos y gritaron uno a uno los nombres de sus jugadores favoritos, aunque Cristiano Ronaldo no formase parte de la expedición al no haberse incorporado aún a los entrenamientos.

Algunos, como Bale, Sergio Ramos o Keylor Navas, este último muy coreado por los aficionados latinos de la ciudad, devolvieron los saludos.

El Real Madrid se quedará en Miami hasta el próximo lunes a las 15:00 hora local (21:00 GMT), cuando está prevista la salida de su vuelo a Chicago, donde participarán en el partido de las estrellas de la liga estadounidense de fútbol, la MLS, antes de regresar definitivamente a España y poner fin a su gira por Estados Unidos.

Por su parte, el Barcelona entrenó este jueves por primera vez en Miami, en una sesión en la que Neymar ensayó con normalidad al igual que el resto de sus compañeros.

El técnico azulgrana, Ernesto Valverde, dirigió una sesión que se desarrolló en los campos de fútbol de la Barry University de Miami y que comenzó a las 18:50 horas (22:50 GMT).

Unos cien aficionados se agolparon en la valla exterior de las instalaciones para seguir el entrenamiento, al que no estaba permitido el acceso del público.

Desde fuera, los seguidores culés en Miami pidieron a Neymar que se quedase en el equipo en lugar de irse al Paris Saint Germain (PSG) y también gritaron cuando vieron aparecer a sus ídolos, el argentino Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez.

La sesión comenzó con un rondo en el que el grupo se dividió en tres, con Neymar, Messi y Suárez en el mismo rondo.

Después, Valverde formó un partidillo y la sesión acabó al cabo de una hora, con Messi lanzando penaltis y Suárez de portero, en un ambiente distendido.

El Barça aprovechará su estancia en Miami para firmar un acuerdo con el Miami Dade College, visitar su FCBEscola de la ciudad y reunirse con peñistas, entre otras actividades.