Alemania derrotó a domicilio a Irlanda del Norte (1-3) y aseguró matemáticamente su clasificación al Mundial de Rusia, a falta de una jornada. La selección inglesa también selló su clasificación tras imponerse por 1-0 a Eslovenia con un gol de Harry Kane en el minuto 94.

Los alemanes completan así nueve victorias en nueve partidos de la fase clasificatoria, mientras que los irlandeses encajaron su primera derrota en casa.

Irlanda salió con un planteamiento conservador, con dos líneas de cinco hombres en su propio campo y buscando ocasiones al contragolpe, pero Alemania rompió el cerrojo muy pronto.

En el minuto 2, Sebastian Rudy abrió el marcador con un remate desde 25 metros que entró por una escuadra de la portería de McGovern.

Alemania hacía circular la pelota con paciencia, buscaba llegar con centros al área y en dos ocasiones Sandro Wagner estuvo a punto de marcar el segundo de cabeza.

En el minuto 21 Wagner logró el gol del que había estado ya cerca con un disparo con la pierna izquierda desde la media luna del área, a pase del capitán Thomas Müller.

El partido era un monólogo de Alemania, pese a una ocasión que tuvo Irlanda del Norte en el minuto 39 en los pies de Corry Evans.

Los alemanes no sólo tenían más posesión y más llegada, sino que ganaban la mayoría de los balones divididos.

En el segundo tiempo, en el minuto 51, Alemania estuvo cerca del tercero cuando McGovern desvió a saque de esquina un cabezazo de Müller.

En la segunda parte Irlanda del Norte mejoró y Alemania bajó el ritmo, pero le bastó para el tercer gol, marcado en el minuto 86 por Kimmich con un disparo con la pierna derecha.

En el tiempo añadido, Irlanda del Norte marcó por medio de Maginnes.

Victoria sin brillo de Inglaterra

Por su parte, la selección inglesa selló su clasificación tras ganar por 1-0 a la de Eslovenia con un gol de Harry Kane en el tiempo de prolongación que no pudo ocultar la falta de brillantez del conjunto inglés.

Incapaz de dotar del más mínimo ritmo a la circulación de balón, el juego de Inglaterra no tardó en convertirse en un intranscendente rondo, totalmente estéril a la hora de generar el más mínimo espacio en la bien posicionada defensa eslovena.

Un tedioso guión ante el que tan sólo fue capaz de revelarse el joven delantero del Manchester United Marcus Rashford, el único que se atrevió a probar suerte en el uno contra uno, el único capaz de probar fortuna con el regate, en definitiva, el único capaz de encarar a su rival.

Sin embargo, Rashford nunca logró transformar su atrevimiento en ocasiones de gol, lastrado por su falta de acierto a la hora de servir el balón a sus compañeros tras escaparse de su defensor.

De hecho, la mejor ocasión de Inglaterra llegó de un fallido intento de centro de Marcus Rashford a los 26 minutos que, pese a que no era su destinatario, acabó llegando a los pies de Jordan Henderson, que obligó a lucirse al portero esloveno del Atlético de Madrid, Jan Oblak, con un certero remate.

Poco más ofreció Inglaterra en la primera mitad, al igual que Eslovenia, que pareció no darse cuenta hasta ya bien entrado el segundo tiempo de que el empate no le valía para seguir en la carrera por el billete mundialista.

Esa circunstancia obligó a Eslovenia a estirarse en la segunda mitad, lo que permitió a la selección inglesa gozar, por fin, de los espacios que necesita para que luzca su juego.

Con metros por delante para correr, los de Southgate lograron encadenar entre los minutos 63 y 68, hasta tres claras ocasiones de gol, pero ni Raheem Sterling, ni Rashford, que desaprovechó un veloz contragolpe con una fallida vaselina, ni Harry Kane fueron capaces de marcar.

No falló, sin embargo, Kane en su siguiente oportunidad, tras aprovechar un centro desde la banda derecha Kyle Walker en el tiempo de prolongación para firmar en el 94 el definitivo 1-0 que selló la clasificación de Inglaterra para el Mundial.