La estrella de Brasil para el Mundial de Rusia' 2018 no será Neymar ni ningún otro futbolista. Su nombre es Fernanda Colombo, tiene 25 años, una larga melena, los ojos azules y una prometedora carrera como juez de línea profesional. Pese a haber sido protagonista en medios de comunicación por su belleza, Fernanda es también una de las árbitras más respetadas en Brasil. Tanto es así que la FIFA va a atreverse a dar un paso que ya había valorado hace unos años, después de una campaña en todo el país para promocionarla a nivel internacional, y a darle la alternativa de pitar en Rusia.

Licenciada en Educación Física por la Universidad Federal de Santa Catarina, los propios futbolistas de la Primera División del Campeonato brasileño la definen como una juez de línea inflexible, con buena colocación y muy dialogante. La propia protagonista, en una entrevista en Globoesporte, también desveló que de ella valoraban otros atributos: "Aunque nunca he recibido notitas de ningún jugador, sí me ha pasado que no han acertado a golpear la pelota cuando se han cruzado conmigo". Anécdotas de ese tipo la han convertido en carne de Twitter y Facebook.

Brasil es uno de los países que más políticas ha impulsado para la incorporación de la mujer al fútbol profesional masculino y en este sentido Fernanda es el mejor exponente, aunque no el único, de una generación de árbitras en Primera División como Katiuscia Mendonça, Nadine Schramm o Maira Americano Labes. Esta temporada también una mujer, Bibiana Steinhau, ha debutado en la Bundesliga.

Pese a todo, la polémica la ha rodeado en muchas ocasiones. Una de las más fuertes ocurrió en 2014, cuando la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), en medio de una fuerte polémica, la suspendió provisionalmente después de que un dirigente del Cruzeiro la criticara por un error en un partido y le recomendara posar desnuda para revistas masculinas. El detonante fue que Fernanda señalara un fuera de juego inexistente en el minuto 86 del segundo tiempo que impidió que Alison prosiguiese una jugada con la que el Cruzeiro intentaba empatar un partido ante el Atlético Mineiro, su tradicional rival, que terminó perdiendo por 2-1.

El error, como publicó EFE, fue reconocido por una comisión de árbitros de la CBF que analizó la jugada y determinó que la asistente realizase un curso de capacitación de dos semanas antes de ser llamada nuevamente para partidos de la primera división de la Liga. Según el vicepresidente de la Comisión de Arbitraje de la CBF, este tipo de decisiones era común para árbitros independientemente de su sexo.

"Nos escogen una juez de línea guapa. Si ella es bonita, es mejor que vaya a posar para Playboy porque en el fútbol tiene que demostrar que vale. Ella no está preparada, las personas le gritan y ella se equivoca", aseguró el director futbolístico del Cruzeiro, Alexandre Mattos. Un ataque sexista que, por desgracia, no es aislado en el mundo del fútbol, donde en otras ocasiones a las árbitras se las manda a fregar platos.

El presidente de la comisión de arbitraje de la Federación Catarinense de Fútbol, Luiz Claudio Espindola Gonçalves, salió en su defensa y dio a entender que no habría polémica si el error hubiese sido de un árbitro de sexo masculino. "Fernanda está pagando por ser guapa. Si fuese fea, nadie hablaría de ella de esa forma ni mezclaría errores que puede cometer un árbitro con su belleza", afirmó Gonçalves.

La exjueza de línea Ana Paula Oliveira, que igualmente llamó la atención por su belleza y que tuvo problemas en su carrera por haber posado desnuda para una revista masculina, también salió en defensa de su colega. "Ella se convirtió en la María Magadalena. Si fuese hombre no habría ocurrido nada de eso", afirmó Oliveira, ex auxiliar de línea de la FIFA entre 2004 y 2008, una pionera en el fútbol brasileño cuyo testigo recoge ahora Fernanda.