Saúl Ñíguez abre su corazón en una entrevista al diario inglés 'The Guardian', al que revela una historia hasta ahora desconocida. El ilicitano comenta que pidió que le extirparan un riñón para poder volver a jugar, y solo el 'Mono' Burgos, segundo entrenador del Atlético, lo evitó. Fue hace dos años, después del percance sufrido en Champions ante el Leverkusen.

"Me dijeron que mi riñón estaba destruído. Fue horrible. Estaba acostado en la camilla y vi a mi padre llorar. Le dije 'no pasa nada, soy un toro, podré con esto'. Hubo tiempos difíciles. El catéter le da funcionalidad pero me dolía, lo sentiría corriendo y orinaba sangre. El problema fue cuando lo sacamos, mi riñón no funcionó correctamente", relata el futbolista colchonero.

"Me dieron opciones: jugar durante un mes, parar por un mes.. No quise. Volví a colocar el catéter, quería jugar", prosigue Saúl. "'Doctor, quítelo. Tengo otro', le dije. Estaba cansado de todo. Estaría un mes fuera pero luego volvería perfectamente. El médico me recomendó probar otras cosas. Yo no quería", apunta el internacional, que fue entonces cuando encontró el consejo del 'Mono' Burgos.

"El doctor dice que estás pensando en sacar tu riñón. ¡Tienes 22 años! ¿De qué estás hablando? Usa tu cabeza. Saúl, piensa en tu vida, en tu futuro. ¿Qué pasa si tienes un problema con el otro? Entonces volvimos a colocar el catéter", reconoce el canterano

Interés 'adolescente' del Fulham

Saúl también apunta que en su etapa juvenil pudo firmar por el Fulham. "Era una oportunidad de jugar en la Premier League, con tan sólo 16 años. Estaba preparado para dar ese salto pero las cosas sucedieron de la forma en que sucedieron. Ahora me alegro de haberme quedado", dice.