La derrota del Málaga frente al Barcelona dejó una conversación entre Míchel y el cuarto árbitro en la que el técnico reclamaba la detención del juego. El motivo que esgrimía el entrenador 'boquerón' eran unos cánticos homófobos procedentes desde la grada del Camp Nou hacia su persona.

Según recogieron las cámaras de Movistar +, un sector de la grada azulgrana cantó: "Míchel, Míchel, maricón". En ese momento el técnico del Málaga le espetó a Sánchez Alba, ayudante de González Fuertes, "árbitro para el partido, me están llamando maricón" y añadió: "Eso no lo dice, ¡eh!".

Por el momento el acta del asturiano González Fuertes no recoge estos hechos, queda por ver si LaLiga, muy implicada en las denuncias antiviolencia, toma una decisión al respecto.