Cuando se celebró el sorteo de la fase de grupos de la Europa League, nadie pensaba que el Submarino tuviera que surcar el corazón de la antigua URSS para asegurar su presencia en la siguiente ronda. Astaná, una ciudad potenciada por y para la expansión mundial de Kazajistán por mandato del presidente Nursultán Nazarbáyev desde 1998, acoge la primera «final» de la temporada para el Villarreal. La moderna urbe guarda varias manzanas envenenadas para los amarillos. Al gélido clima característico de estas latitudes — Astaná es la segunda capital más fría del mundo—, se le añade la particularidad del césped artificial sobre el que se disputará el enfrentamiento entre españoles y kazajos. No obstante, la odisea de 5500 kilómetros guarda una bonita presea: la primera plaza del grupo.

La idea del conjunto de Javi Calleja es clara: obtener la victoria para asegurarse el liderato con vistas a evitar un incómodo rival a las primeras de cambio en las eliminatorias por el título de la Europa League. De hecho el mínimo debe ser el empate, ya que con él cerrarían al menos la clasificación a falta de una jornada. Un partido que llega en el mejor momento del curso para los ‘groguets’. El Villarreal tan solo ha sumado una derrota en los últimos diez partidos disputados en todas las competiciones. Para más inri, en este torneo no escribe con ningún tachón desde el 16 de febrero de 2017, cuando cayó eliminado frente a la Roma.

El contexto y las singularidades de la ciudad bañada por el río Ishim no suponen la única complicación para el cuadro amarillo. Todavía sobrevive en el recuerdo el partido disputado en La Cerámica (3-1). El Astaná dominó durante muchas fases del mismo al Villarreal e incluso logró la igualada en el 68’ con el gol de Yuri Logvinenko. Por ello la plantilla de Calleja está debidamente informada del potencial ofensivo de Junior Kabananga. El compatriota de Bakambu ha anotado en Liga 19 tantos, ayudando al Astana a alzarse con el título kazajo por cuarta temporada consecutiva. Sin embargo tal y como advirtió el técnico local, Stanimir Stoilov llegan faltos de ritmo al haber finalizado su participación en el torneo doméstico hace ya tres semanas.

Pero si para el Villarreal es importante el partido de este jueves, ni que decir tiene para el cuadro kazajo. El Astana nunca ha superado una fase de grupos a nivel continental en sus anteriores cuatro participaciones. Sin ir más lejos, en su debut en la 2014/15, el Villarreal fue el verdugo kazajo en la última ronda previa de la Europa League por un contundente tanteo de (0-7).

La cita es histórica no solo para la entidad, sino para todo el país. En Kazajistán el fútbol está de moda y cada vez más. Por eso no es de extrañar el desembolso de 156 millones de euros realizado en 2009 para la construcción del Astana Arena. Y es que a la afiliación UEFA de Kazajistán hay que sumarle un ambicioso y costoso plan de futuro, sufragado en parte por el organismo continental— similar al de Islandia— para potenciar el deporte rey en el país.

Un duelo con todos los ingredientes necesarios e intrínsecos a la disputa por el liderato.