La crisis del Madrid es evidente a pesar de que Zidane se empeñe semana a semana en asegurar que el conjunto blanco juega bien y que lo único que falta es que el balón entre. Las excusas del francés no ocultan por tanto los 8 puntos que les separan del líder y sobre todo, unos números horribles en una campaña que es peor que la de Rafa Benítez, a quien el madridismo señaló por el choque ante el Barça, a pesar de tener dos puntos más a estas alturas que el actual Madrid.

El Santiago Bernabéu ha explotado varias veces esta temporada por dos motivos: el juego y la falta de puntos en la clasificación. Zidane sin embargo se mantiene en segundo plano, señalado pero en menor medida. Las decisiones en verano fueron consensuadas con él, pero sin embargo las críticas este curso van más hacia Cristiano, Bale, Benzema o la falta de planificación, eso sí, escapando de la figura del francés. A pesar de eso, Morata escapó consciente de que el '9' tenía un nombre y no era el suyo. James también abandonó el club por la puerta de atrás y Pepe, central de garantías y experiencia, se marchó al Besiktas por la confianza en la llegada de Vallejo, quien no ha sido inscrito en la lista de futbolistas que estarán en el Mundial de Clubes.

La situación es crítica en la Casa Blanca, que ayer celebraba el empate del Barça, pero que horas después hacía lo propio en San Mamés. El Madrid de Zidane confirmó tras perder dos puntos en Bilbao, un arranque peor que el que tuvo el de Benítez, que consiguió 30 puntos en las primeras catorce jornadas, dos más que el actual.

En las 10 primeras jornadas, el Madrid de Benítez no perdió ni un solo partido, aunque después llegaron dos derrotas consecutivas, entre ellas el Clásico. Eso fue lo que acabó con el técnico blanco, que sin embargo había hecho méritos para continuar. La figura de Zidane en permanece intacta hasta el momento. Protegido por Florentino y el vestuario, su horrible gestión se salva por dos Champions consecutivas y la Liga, méritos suficientes, con una fecha de caducidad.