A sus 29 años, quien le diría a Jeffren Suárez la de sueños que iba a cumplir cuando ingresó en La Masía siendo juvenil procedente del Tenerife. Frank Rijkaard le dio la alternativa con el primer equipo del Barcelona, pero sería Pep Guardiola su verdadero mentor. Con él al mando y compartiendo vestuario con jugadores que marcarían un antes y un después en el fútbol, alcanzó la gloria. Puyol, Iniesta, Xavi, Iniesta, Alves, Henry, Ibrahimovic, Messi... y también Jeffren lo ganaron todo en la 09/10. El sextete fue un hito que nunca volvería a ocurrir en la historia de LaLiga y que nunca olvidará, como tampoco lo hará con el 5-0 que marcó al Real Madrid en la famosa ´manita´.

A sus espaldas un palmarés al alcance de muy pocos y un camino marcado por su paso por el Barcelona, Sporting de Portugal, Valladolid, KAS Eupen y por último Grasshopper, donde ha alcanzado su madurez futbolística. Conoció a Jéssica, una joven de Faura, hace 7 años para no separarse más de ella. Como de su pareja, quedó también enamorado de la Comunidad Valenciana, y viene cada vez que puede en busca de una tranquilidad que solo aquí encuentra.

Un fuerte codazo en el partido ante el Sion le privó de jugar los últimos tres compromisos ligueros. Con una triple fractura en su pómulo y tras pasar por el hospital, el hispanovenezolano se recupera en Faura pensando en su retorno, fijado para inicios del mes de febrero. «Aquí me siento relajado, como si estuviera en casa», reconoce. De este municipio aprecia el tiempo, compartir tiempo con la familia y la gastronomía: nada como una buena paella. «Aunque sea por lesiones venimos aquí», explica. «Jéssica quiere ir a otros sitios, pero yo prefiero venir a Valencia».

Con el Grasshopper vive un gran momento y ha vuelto a ser titular. Además, la Super Liga suiza ha superado sus expectativas. «Pensé que el nivel iba a ser más bajo, pero en los meses que llevó aquí veo una liga muy dura. Allí hay jugadores que podrían sorprender en España», reconoce. «El Basilea es un gran rival que sigue vivo en Champions, aunque encuentras otros equipos muy fuertes físicamente», explica sobre la competición.

Un sueño por cumplir

No esconde su ilusión por volver a jugar en España. «Es uno de mis objetivos. Me he criado aquí y me gustaría volver si es posible, y si no seguiré aquí que estoy muy bien». Además, es fiel seguidor de LaLiga y en especial, de los equipos valencianos, a los que hace un especial guiño. «Si me llegara una llamada me volvía envuelto en un regalo», confiesa entre risas.

Jeffren siempre tuvo mucho respesto por Valencia cuando se enfrentaban. «Guardiola nos decía que eran un equipo muy difícil y yo recuerdo ver a un Valencia jugar la pelota en el Camp Nou y pensar que el Valencia iba a ser mi segundo equipo». El atacante no se perdió la crisis institucional valencianista que desembocó en un inicio de año de éxtasis tras la llegada de Marcelino. «Pegaron el bajón pero Marcelino ha caído bien en el club y en el vestuario, y esto hace que el estado anímico pase a ser positivo. Están haciendo una temporada espectácular», analiza.

Tampoco se priva de elogios para el Submarino; fue a verlo contra el Barcelona y le gustó reencontrarse con aquel Madrigal reconvertido y sus exteriores, ni para el Levante. «Muñiz quiere un equipo más defensivo y el Levante se basa un poco más en los balones largos, pero ahí está luchando».