No juega en el París Saint Germain, ni en el Real Madrid o el FC Barcelona. No es Neymar, ni Cristiano Ronaldo ni Leo Messi,Leo Messi ni tampoco ha jugado ni un partido de fútbol a nivel profesional, pero es el futbolista más rico del mundo.

Se llama Faiq Bolkiah, juega en el equipo filial del Leicester City inglés y es el heredero de una fortuna de de más de 20.000 millones de dólares, según cifras de la revista Forbes.

Bolkiah es el sobrino y heredero de Hassanal Bolkiah, que no es otro que el Sultán de Brueni, un pequeño pañis de Asia que tiene algo más de 400.000 habitantes pero cuyas reservas de petróleo y gas natural hacen que sea uno de los más ricos del mundo.

Faik Bolkiah, según informa el periódico inglés Mirror, llegó a gastar 35 millones de dólares en un mes en coches de lujo, relojes y oro blanco, tiene tigres y leopardos a modo de mascotas, y si familia posee cerca de 600 rolls-Royces y un palacio valorado en 350 millones de dólares que dispone de 1.700 habitaciones y 257 cuartos de baño.