Cada año por estas fechas surge el eterno debate entre finalistas y la RFEF para establecer qué estadio acogerá la final de la Copa del Rey. Un problema que por ejemplo no tienen en Francia o en Inglaterra, donde sus federaciones nacionales disponen de terrenos de juego propios como Wembley o el estadio de Francia (más conocido como Saint-Denis. Algo que no ocurre en España y por lo que cada temporada se avecina una nueva disputa pública entre todos los implicados. Además este curso con las estrecheces del calendario por la disputa del Mundial de Rusia la fecha también parece estorbar a Sevilla y Barcelona. Y entre todo el jaleo una vez más Mestalla ha brotado como una opción viable en una decisión que se empezará a tratar el lunes entre Sevilla, Barça y Federación.

Aunque desde hace semanas desde la RFEF se desliza que el Wanda Metropolitano acogerá su primera final, este rumor extendido no es oficial. Es una sede que gusta, sobre todo al Barça, por aforo (67.800), por su preparación para albergar citas de esta magnitud al ser nuevo y por su situación central en el mapa de España.

Por su parte el Sevilla en boca de su presidente Pepe Castro ya ha proclamado su "preferencia" de jugar la final en la capital hispalense, ya sea en el Sánchez Pizjuán o en La Cartuja (sede en 1999 y en 2001). Algo que no ha gustado a Ernesto Valverde, puesto que ya jugó una con el Athletic en el campo del rival (Camp Nou en 2015).

Ante estas complicaciones, de nuevo, Mestalla se erige como una opción de consenso. Normalmente el coliseo blanquinegro suele albergar finales entre equipos madrileños y catalanes o vascos cuando el Real Madrid se negó a ceder su feudo. Aunque no tan moderno como el Metropolitano, con capacidad para 50.000 espectadores es un lugar bien comunicado con la ciudad condal y con Sevilla. Asimismo tras Barcelona y la capital el estadio más veterano de LaLiga Santander ese el que más finales ha albergado con un total de 10, la última en 2014 entre merengues y culés.A vueltas con el calendario

Si ya es complicado de por sí, encontrar un lugar que guste a todas las partes, este curso con la disputa de la final en plena jornada de Liga más. El Wanda puede quedar descartado, ya que el Atlético juega como local y supondría aplazar un tercer partido. Mientras que el Bernabéu y Mestalla en ese caso quedan disponibles. El primero lo estará puesto que el Real Madrid juega contra el Sevilla esa jornada, mientras que el Valencia lo hará en Vigo.

El rompecabezas se ha complicado ostensiblemente. Tampoco gusta la fecha establecida del 21 de abril, dada la proximidad de las semifinales de la Champions League. Aunque es un caso hipotético que hasta escasos días antes no se conocería, Barcelona y Sevilla siguen vivos en la máxima competición continental y podrían alcanzar la fase de cuatro, complicando la preparación del duelo a ambos conjuntos.