La 'operación remontada' del PSG comienza en el tobillo derecho de Neymar: Tras salir en camilla del campo el domingo, el brasileño sufre un "esguince" y la "fisura del quinto metatarsiano", lo que compromete su presencia ante el Real Madrid, aunque su técnico Unai Emery conserva "una pequeña opción" de que juegue.

Lacónico y difícil de explicar para los que no son especialistas. En la madrugada francesa del lunes al martes el PSG por fin informó sobre la estrella: "Los exámenes complementarios efectuados este día (ecografía y escáner) han confirmado un esguince externo del tobillo derecho, pero también existe una fisura asociada del quinto metatarsiano".

Poco más de 24 horas antes su retirada en camilla en el 'Clásico' contra el Marsella (victoria 3-1 el domingo) disparó las alarmas en el PSG. Solo había que ver la mirada preocupada del presidente del PSG Nasser, Al-Khelaïfi, en el minuto 80, cuando Neymar cayó fulminado tras doblarse el tobillo derecho en una acción sencilla ante el defensa marsellés Bouna Sarr.

Este martes el sitio brasileño GloboEsporte informó que Neymar sería operado y estaría de baja dos meses. Sin informar del lugar de la operación ni el médico encargado, señaló que se le colocaría un tornillo en la zona.

Horas después Emery desmintió en rueda de prensa esta información: "Se ha decidido no operar, vamos a ver cómo evoluciona en los próximos días". "Hay mucha información fuera, pero la verdad es lo que he dicho, que fue lo que me dijo el doctor", subrayó. Pero el técnico admitió la dificultad de que llegue para el duelo del próximo miércoles ante el Real Madrid, en la vuelta de octavos de Champions (derrota 3-1 en la ida).

"Hoy, tras las pruebas a Neymar parece más difícil que el domingo que esté preparado para este partido. Pero creo que tiene una pequeña opción de estar preparado", dijo. Aunque todo depende de la importancia de su fisura, una lesión así necesita varias semanas de baja, según confirmaron a la AFP varios médicos.

"Es seguro que esta fisura cuestiona su participación en ocho días. A priori su presencia está fuertemente comprometida", señaló a la AFP Jean-Marcel Ferret, antiguo médico de la selección francesa.

"Puede ocurrir que esta fisura se transforme en fractura si juega. O estará muy expuesta porque este hueso es muy frágil, y en el fútbol es difícil de consolidar. Podría comprometer el resto de su temporada", añadió.

"Jugar con una torcedura en ocho días, todos lo han hecho, puede jugar vendado, pero una torcedura asociada a una lesión de huesos es complicada. En un hueso las infiltraciones son complicadas y durante el partido hay un riesgo de agravar la lesión", confirmó a la AFP Pascal Maillé, responsable del centro médico de Clairefontaine, 'casa' de la selección francesa.

El PSG y Neymar deben valorar ahora si merece la pena arriesgar. Además del resto de la temporada, el brasileño jugará en menos de cuatro meses (14 de junio) el Mundial de Rusia 2018, en el que su selección se presenta como una de las grandes favoritas. Precipitarse le podría costar no afrontar con garantías el torneo planetario.