Un Chelsea irregular en la Premier, un Barça con semblante imbatible, un entrenador italiano y un Camp Nou con la mente puesta en el título de la Champions. El cuadro 'blue' visita esta noche el estadio azulgrana en un contexto similar al de la 2011/12, cuando el conjunto culé se asomaba como gran favorito al título en una noche que acabó en tragedia. El ‘Pep Team’ necesitaba levantar el 1-0 de la ida —este miércoles sin embargo llega con el marcador a favor— y Busquets, a los 35 minutos, igualaba un aliminatoria que ocho minutos después ya iba ganando el Barça tras el 2-0 de Iniesta. Además, Terry había sido expulsado minutos antes, por lo que el panorama en Can Barça era de celebración absoluta. Sin embargo, segundos antes del descanso llegó el primer paso hacia la tragedia. Ramires ganaba la espalda a la defensa y cambió el sentido de la moneda. La cara cambió a cruz y el Barcelona, una hora después, estaba eliminado tras un penalti fallado por Messi y un gol de Torrres a la carrera. Esta noche, la afición aparece con aquel recuerdo en la memoria.

Las similitudes generan cierto nerviosismo en el entorno culé, pero sobre todo las sensaciones que dejó el choque de ida. Solo un error de la zaga ‘blue’ metió al Barça en un partido que perdía 1-0 y en el que estaba más cerca el 2-0 que el empate. Sin embargo, el primer error rival acabó en una genialidad de Iniesta y Messi, quien firmó las tablas y dejó un contexto favorable.

Ahora el Camp Nou, como en aquella ocasión de 2012, tiene en la mano el pase a la siguiente fase. Como gran favorito y con un Chelsea irregular en la competición liguera. A pesar de eso, el Barcelona está en un momento extraño. Menos arrollador que en los primeros meses de curso y más dependiente de un destello de Messi o de Suárez. Además, en la Champions no puede contar con Coutinho, quien sí se ha adaptado bien al juego culé, al contrario que Dembelé.

Por su parte, en el Chelsea toman con cautela la necesida de remontar y abogan por hacer un partido largo. Conscientes de la facilidad del rival con espacios, los de Conte esperan generar peligro a la contra y no buscarán dominar con el balón. En ese sentido, y aunque Morata con ese planteamiento podría hacer daño, en Inglaterra apuntan a la figura de Hazard, de nuevo, como falso nueve, con Willian y Pedro por los costados. El duelo es además un choque clave para un Conte que necesita ofrecer una buena imagen en Europa para continuar en un banquillo que, salvo sorpresa, llevará otro nombre en la 2018/19.