Las declaraciones de Louis van Gaal explican -en grandes rasgos- los problemas que han dejado a Holanda fuera del Mundial de Rusia y de la última Eurocopa de forma consecutiva. También proyectan una luz futura en torno a Ronald Koeman y la etapa que ha abierto en esta ventana internacional. Estreno industrial ante Inglaterra y triunfo rotundo ante Portugal, la campeona de Europa. Si bien, por encima de los resultados ha cundido una sensación esencial: hay talento suficiente y una idea sobre la que evolucionar. Hay apuestas marcadas -De Ligt o Memphis Depay- y nuevos valores en órbita. Cuatro futbolistas han debutado: Hateboer (lateral derecho, Atalanta), Weghorst (nueve tanque del AZ), Guus Til (interior de ataque, también del AZ) y Justin Kluivert, extremo nato del Ajax e hijo del gran Patrick.

En un país necesitado de herederos para Robben, Van Persie o Sneijder, el estreno de Justin Kluivert (también de De Ligt) empuja su promesa como fuera de serie. Los Kluivert difícilmente olvidarán lo sucedido el lunes por la noche en Ginebra. A los 78 minutos, Koeman decidió sustituir a Memphis Depay para lanzar a Justin, 18 años y 325 días. Su padre debutó en la Oranje con 18 años y 138 días. Sus trayectos tienen puntos en común, aunque papá era delantero y júnior es un extremo 2.0 escuela holandesa.

Portugal sufrió una derrota dura e inesperada, que marcó algunas carencias: problemas para crear juego o la regeneración en el eje de la zaga. Hubo mucha mezcla y Fernando Santos asumió la responsabilidad dando valor a la propuesta de Koeman: «Holanda hizo un buen trabajo, defendió muy bien, jugaron fantástico al contraataque y anotaron tres goles (Depay, Babel, Van Dijk) en cuatro oportunidades».

Koeman también destacó la disciplina de sus jugadores; ha empezado la casa haciendose fuerte desde los cimientos, buscando confianza a través de la seguridad. Koeman destacó el papel de sus centrocampistas Pröpper-Donny van de Beek- Georginio Wijnaldum (control y resistencia) y la prensa subrayó a su estrella: Matthijs de Ligt, el joven central del Ajax controló a Cristiano y puso dos asistencias.