El Bayern se clasificó para las semifinales de la Liga de Campeones, gracias al empate a cero firmado en el Allianz Arena de Múnich, y despertó del sueño de hacer historia a un Sevilla que compitió en todo momento pero al que le lastró el 1-2 que encajó en la ida disputada en el Sánchez Pizjuán.

El conjunto rojiblanco comenzó manejando los tiempos del partido, tocando el balón con comodidad. No obstante, las ocasiones cayeron del bando local. James Rodríguez y Robben, que fueron titulares al contrario de lo que sucediera en la ida, inquietaron a la zaga hispalense. El equipo muniqués ejerció una presión muy alta y David Soria, de nuevo en el once en detrimento de Sergio Rico, no tardó en aparecer.

El portero repelió un buen cabezazo de Lewandowski y después sacó una gran mano a Ribéry, el mejor en los locales durante los primeros 45 minutos. Los hombres de Montella continuaron con la posesión, desplegando una gran personalidad en el centro del campo y rozando el primero con una ocasión de Escudero tras una jugada combinativa que se marchó a la izquierda de Ulreich.

El Bayern siguió muy cómodo a la contra y disfrutando de nuevas oportunidades, como una de Mats Hummels que disparó desviado un zurdazo desde fuera del área. Justo antes del descanso, el conjunto andaluz se encontró mejor, con un Jesús Navas siendo un puñal por la derecha. El equipo sevillista pudo abrir el marcador con una pérdida de Javi Martínez desaprovechada por Wissam Ben Yedder, cuyo balón rebañó Rafinha.

En la reanudación, los pupilos de Jupp Heynckes volvieron a sacar a relucir su pegada. Lewandowski llevó el susto a los 3.000 aficionados sevillistas desplazados a Múnich y posteriormente fue James el que lo intentó, topándose con la pierna del guardameta. El Sevilla respondió a los envites del Bayern con un cabezazo del 'Tucu' Correa al larguero y un disparo raso de Banega. Montella dio entrada tanto a Sandro Ramírez como a Luis Muriel.

Robben continuó con sus filigranas desde la banda derecha y Heynckes optó por hacer jugar a Thiago Alcántara, en busca de reforzar el medio del campo. A pesar de las sustituciones, el resultado del partido no se movió e incluso el choque terminó bronco por una dura entrada de Correa sobre Javi Martínez que le supuso la expulsión inmediata al argentino.

El 2-1 favorable al Bayern en el global de la eliminatoria permitió al conjunto alemán plantarse en unas nuevas semifinales de Liga de Campeones para soñar con el sexto entorchado europeo de su historia. El Sevilla, por su parte, se quedó sin superar su techo histórico de la competición. En 1958 fue apeado por el Real Madrid en la misma ronda bajo el antiguo formato de la Copa de Europa.