El Espanyol perdió contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez en un mal partido, sin apenas tiros a puerta y con la sensación de que las seis jornadas que restan para finalizar la competición serán un capítulo más de la desencantada travesía blanquiazul.

El conjunto periquito se ha quedado en tierra de nadie, con la salvación casi consumada y sin ninguna opción de jugar en Europa la próxima temporada.

La derrota sufrida ayer dejó muy tocado a Quique Sánchez Flores, técnico del conjunto catalán, que mostró su disgusto por la derrote e hizo un duro análisis sobre lo que está siendo la temporada para él. "A veces llegan nuestras limitaciones, nos vemos en el espejo y nos damos cuenta de que igual no damos para más. Tenemos que asumir la realidad y seguir empujando. Es una temporada complicada con pequeñas alegrías en grandes dosis y la normalidad ha sido tener carencia de gol", afirmó tras el encuentro.

Pese a que a que la afición espanyolista confiaba en una buena campaña y un salto de calidad respecto a los años anteriores, el propio Quique reconoció que sus previsiones iniciales no eran tan halagüeñas. "En agosto intuí que la temporada iba a ser complicada. Yo vi las orejas al lobo y dije que no era lo que esperaba. A mí no me sorprende que se haya podido complicar la temporada", indicó.

Futuro lejos de Cornellà

Ante esta situación, el futuro del entrenador madrileño parece muy lejos del Espanyol de cara a la próxima temporada pese a que todavía tiene un año más de contrato. Cuestionado en varias ocasiones sobre si dirigirá o no al cuadro perico en la campaña 2018-19, Quique Sánchez Flores, lanzó balones fuera. "No voy a hablar sobre mí. No tengo nada que decir públicamente. Lo que voy a hacer es seguir trabajando. Bajar la guardia en esta competición es peligroso. Ahora lo importante es el Espanyol. En el momento que asumo que voy a cumplir mi contrato, y eso fue en verano, asumo que tengo que liderar un proyecto que es el que es. Desgraciadamente la temporada se ha complicado pero hay que seguir y terminar lo mejor que se pueda", apuntó.

Quique Sánchez Flores comentó que el reto ahora mismo es tratar de acabar la temporada de la manera más digna posible y conseguir un triunfo que asegura de manera matemática la permanencia. "No tenemos una imagen tan catastrofista del equipo como la que puede haber ahora, pero no cambia demasiado respecto a otros partidos en los que no estuvimos bien. Nos separa un partido de un objetivo que no lo era al principio de temporada pero ahora se convierte en ello. Hemos empatado 12 partidos y eso es muchísimo. Es nuestro sino. Ser muy parecidos a muchos equipos de esta competición, y probablemente no a los mejores", señaló.