Bueno, bueno… ¿Por qué los Camps (Gerardo), Olivas (José Luis) y Llorente (Manolo) no alcanzaron antes la fórmula de salvación del Valencia? Pues igual porque el fantasma Dalport ha servido para verle las orejas al lobo, aunque el momento adecuado era cuando tiraron a Soriano (¡les costó un año!) y de esa forma nos hubiéramos ahorrado el ridículo internacional y aprovechar el verano para empezar a poner orden a la nefasta gestión anterior.

Curiosidad

¿Dimitirá el alto cargo de una empresa pública de la Generalitat que se postuló a Soriano para ser el Butrageño del Valencia?

Garantía

La Fundació del VCF será el accionista mayoritario del club, un paso hacía esa democratización que con tanto criterio venían reclamando los promotores de aquel manifiesto de Savia Nueva. Falta aclarar algunos flecos y el más importante es impedir que nadie tenga tentaciones de volver a hacer del Valencia su cortijo particular.

Arreglado

Joaquín y Emery limaron sus diferencias, que las tienen, el viernes a la fresca, en la siempre animada noche valenciana. Mejor así, aunque el técnico debería cumplir siempre que empeñe su palabra.