El Valencia nunca debe empatar un partido después de remontar un gol en contra y ponerse por delante en el marcador. Cuando eso pasa hay que aprovechar la depresión del contrario para cerrar el partido. Eso es que lo tenía que haber hecho el equipo de Emery en la segunda parte, salir en tromba y marcar rápidamente el tercero. En cambio se dejó empatar de la forma más simple. El Atlético llegó a Mestalla moribundo y salió casi recuperado. Además del técnico es hora de señalar a los jugadores. La falta de concentración es una constante que se está pagando muy cara, a dos goles por partido, de cuatro de los cinco jugados. De escándalo.

Sosiego

Llegados a este punto, todo el mundo se pregunta cuál es la solución al problema. La verdad es que la situación es bien complicada. Por eso lo mejor es coger aire y actuar en frío. Este domingo es un buen momento para reflexionar y empezar a reparar errores. El jueves hay partido de Euroliga otra vez en Mestalla. El Génova es mejor equipo que el Atlético así que hay que preparar el duelo con tranquilidad. Seguro que será así, porque en caso contrario, no quiero ni pensarlo.