Ahora que Génova exige contundencia al Valencia, hablo del partido de Euroliga de mañana, será cuestión de cumplir. Porque los italianos llegan con la intención de complicar más las cosas, desconocedores de la capacidad que tenemos nosotros para hacernos daño. Así que con o sin rotaciones, con dibujo táctico o sin él, con César o Moyà, me da igual, hay que salir a ganar. Y se debe notar desde el primer minuto para que la parroquia de Mestalla se contagie enseguida. Si además la defensa es consistente y se encuentra el equilibrio perdido en el centro del campo, sería el colmo. Aunque insisto, me conformo sólo con derrotar al Génova como sea.

Tridente

Villa, Silva y Mata disfrutan del respeto de toda Europa. Cualquier equipo que se enfrenta al Valencia teme la pólvora de su delantera. Por tanto, sería importante no defraudar a la ciudadanía europea. Lo digo porque creo que los tres deben jugar y las rotaciones, si hay, les debe tocar a aquellos que levantan más dudas, o sea justo detrás de ellos.

Gota fría

A David Albelda hay que escucharlo siempre. Juegue o no. Dice que Valencia es una plaza dura con los jugadores y el entrenador. Lleva mucha razón, pero la verdad es que aquí hay una minoría que marea mucho porque le preocupa más quedar mejor con la meseta que en casa. Son los autores intelectuales de esa milonga de que el Valencia se debe vender en Madrid.

Damnificado

Que le pregunten cómo las gastan allá al bueno de Pellegrini, que hasta Floren baja al vestuario cuando no juegan sus fichajes de este verano.