Desconozco si la mano del máximo accionista herculano, Enrique Ortiz, tan proclive a comprar y vender cosas de todo tipo y valor, tuvo algo que ver ayer, presuntamente, porque el arbitraje de Ramírez Domínguez fue de auténtico escándalo. Ni penalti, ni expulsión. En el primero David Navarro, o cualquier otro defensa del mundo mundial, se tendría que haber cortado los brazos para que no le diera la pelota. Y la posterior roja al del Port de Sagunt fue un insulto al reglamento, porque no es ni falta. Así que gracias al colegiado, el Hércules intentó ganar el partido, pero no pudo ni con diez. Estaba claro que no iba a ser un duelo fácil, pero el árbitro no estuvo a la altura.

´Xiconiuos´

Mata y Pablo asumen el gran papel protagonista de esos locos bajitos que tanto juego siguen dando al Valencia. Dos golazos cada uno, con asistencia del otro. Dos grandes futbolistas y amigos que tienen mucho recorrido. Van a dar mucho que hablar.

César

Enorme. Otra vez el veterano portero salvó al equipo, no sólo con sus paradas, que también, sino por el gran sentido con el que lleva el ritmo del partido y sitúa a los suyos bien ante cualquier contratiempo. Joaquín, Topal y Miguel estuvieron muy bien.

Pena

El Villarreal se adjudicó el otro derbi de la Liga más valenciana. Mala, muy mala racha lleva el Levante y lo peor es que no existe solución.