El reconocimiento de la grada de Mestalla se cultiva. Emery todavía está a tiempo de ganárselo y encima puede hacer un gran servicio al Valencia. Es sencillo, sólo debe decir de una vez la verdad sobre la plantilla que le ha tocado dirigir. Todos nos jugamos mucho, él más que ninguno, para andarse con medias tintas. Nadie mejor que el entrenador para explicar alto y claro al valencianismo qué jugador se borra, quién es un mal profesional y cuál de todos se dedica a enturbiar el vestuario. Si se atreve conseguirá una carambola perfecta, porque percibirá el respeto del grupo y el consiguiente aplauso de la afición. No estamos para continuar como ahora. Si la gastroenteritis de Banega es por exceso de espiritosos, se cuenta. Si el ´Chori´ no hace otra cosa que faltarse con el cuerpo técnico en los entrenamientos, también. Si Vicente es un caso perdido, lo mismo. Y así con todos los que se lo merezcan. Con ese plan encontrará mucho apoyo.

Prototipo

Me sorprendería gratamente que lo hiciera. Repito que sería un gran servicio al club que le paga, pero mucho me temo que seguiremos con los actuales faroles y utilizando al míster de escudo protector. Porque mientras él da la cara, otros no. Ya dije que con independencia del resultado en Sevilla —aunque reconozco que no contaba con el factor Iturralde—, Emery debe dar continuidad a los que considere titulares. Dejando a un lado el partido de mañana del Logroñés, el domingo viene el Getafe a Mestalla y luego vamos a El Madrigal. El Villarreal, un oasis sin entorno, ha aplicado de nuevo el sentido común. Se limpió a cuatro de los cinco futbolistas que estaban de fiesta en Zaragoza antes del último partido decisivo de la temporada pasada y Garrido dejó de rotar cuando se dio cuenta de que no servía de nada.

¡SOS!

Regresemos al factor Iturralde. Queda absolutamente demostrado que Topal no agrede a Cáceres y que la expulsión es totalmente injusta. Pero hay una asignatura pendiente aún en el Valencia que se llaman árbitros. Desde que Paco Real dejó de ocuparse de ellos, hemos ido a peor. Así que urge un cómite de salvación para que cosas como la roja al turco no vuelvan a pasar.