Concluida la pretemporada y en espera de acontecimientos para que la Liga arranque cuando toca, es el momento de un primer análisis sobre el renovado Valencia. Del amistoso de ayer, mejor leer la crónica de Pau Fuster, uno de los pocos que lo vio, por culpa de ese auténtico cachondeo de horarios y descontrol televisivo. Tampoco el encuentro de Almería, jugado horas después de enterrar al padre de Paco Alcácer, cambia nada. Así, en espera de que se incorpore Canales y aparcada la incorporación de un central, el conjunto de Emery ha ganado en calidad y motivación. De los nuevos, Rami tiene garantizado la titularidad en el eje de la zaga. El francés es solvente y saca la pelota con criterio. Le queda prestar más atención, pero con minutos se adaptará seguro.

Enganche

Piatti también es un gran fichaje. Su capacidad de marear a su marcador es inversamente proporcional a su tamaño. Además encara puerta con facilidad. Parejo asegura precisión en el centro del campo y hay que esperar que explote en el Valencia. Canales es esa posición de mediapunta que tantas alegrías dio al juego blanquinegro cuando la ocupaba Silva. La lesión de Guaita ha hecho que comprobemos la solvencia de Alves, pero el de Torrent fue el mejor ayer.

Repuestos

Los únicos nominados en junio para salir que se han quedado por obligación —Miguel y Maduro— están avisados y depende de ellos. Lo mismo que Banega, reconciliado con la grada y del que hay que esperar su protagonismo solo en el campo. Además el canterano Bernat nos ha dado la alegría del verano.

Esperanza

Soldado y Mata son las referencias de este Valencia. Los dos marcan las diferencias y debe notarse en los compromisos importantes. Esto promete mucho más de lo que se imaginan.

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