Ahora toca la Euroliga, la antigua Copa de la UEFA y antes conocida como la de Ferias. Tres trofeos de la segunda competición continental lleva ganados el Valencia, así que vamos a por la cuarta. Tenemos claro que los protagonistas del fútbol europeo están en la Liga de Campeones, pero un buen papel de reparto es prestigioso. Recuerden que también hay un Oscar al mejor actor secundario y artistas de la talla de Javier Bardem, George Clooney, Morgan Freeman, Benicio del Toro, Robin Williams, Denzel Washington, Sean Connery, Michael Caine y Jack Nicholson, entre otros muchos, lo recibieron con glamour.

Compromiso

La exigencia de llegar a la final de la Euroliga —19 de mayo en Bucarest— y ganarla es una condición impuesta por el técnico, secundada por jugadores de la talla de Albelda y Soldado. Se agradece el consuelo como primer síntoma de convencimiento, pero donde hay que hablar igual de claro es en el campo. A veces se nos va la fuerza por la boca y lo que necesita el Valencia es más carácter.

Espejo

Un equipo es el reflejo de sus figuras o de su entrenador. A falta de jugadores determinantes y en espera de la explosión de algunos, el peso de la fuerza de la manada recae en Emery, él es el jefe, estamos en sus manos. Por eso, sin dejarle de reclamar alguna victoria importante, debe ser capaz de hacer el grupo mucho más competitivo.

Reencontrarse

De momento, y hasta conocer el rival que nos deparará el bombo europeo, hay que poner los cinco sentidos en el duelo ante el Betis. Una oportunidad para hacer más breve la pena y seguir muy cerca a los dos de arriba. De paso, corregir esos despistes defensivos y afinar más el ataque, no nos pase como a aquel que se fue a Sevilla y perdió su silla.

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