Hernández ha vuelto. Los tres primeros goles del Valencia fueron asistencias suyas. Primero a Jonas, luego metió el balón en el área que cazó Soldado y por último a Piatti, que por fin sonríe. Su falta de forma era un misterio sin resolver, pues la salida de Joaquín le dejaba toda la banda derecha, pero en eso llegó Feghouli y se la robó, como el famoso carro de Manolo Escobar. El de anoche es el Pablo que necesita el Valencia, pero ya sabe que está prohibido dormirse, Soso está preparado y con muchas ganas.

Condena

La temprana lesión de Barkero desequilibró la balanza hacia el Valencia. Su baja trastocó el planteamiento inicial del Levante. Su salida en camilla provocó un palo a sus compañeros, que no se rehicieron hasta el golazo de Koné, que daba vida a la eliminatoria. Pero el tercero en el último minuto de la primera parte, que también provocó el cambio de Navas por Munúa, fue un castigo excesivo para los de Juan Ignacio Martínez.

Cada uno a lo suyo

Desde entonces, el Levante puso el piloto automático de la Liga, que tiene la primera parada el domingo ante el Zaragoza. No puede permitirse más bajas para el objetivo de la salvación. El Valencia se puso también a reservar y tras el cuarto de Tino Costa se citaron para el trámite del jueves que viene, donde el Levante presentará resistencia.

Peligro

El derbi fue intenso y bronco en su justa medida. Se agradece que en esta orilla del Mediterráneo exista la civilización. El madridista Pepe ha dado muestras sobradas de salvajismo. Lo que más extraña es que el ´Real Moudrid´ lo proteja y lo saque a pedir perdón. Si Bernabéu levantara la cabeza, el técnico y Florentino ya estarían destituidos.

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