Profeso profundo respecto a los puristas, incluso a los bienintencionados. Me da igual si fue por cuestión de necesidad, indicación o convencimiento, pero con Soldado y Aduriz el Valencia es otro. Se ganó bastante en capacidad ofensiva. Alba y Feghouli ejercieron de magníficas alas, cada uno en su banda, y a la vez se iban hacia el interior con bastante criterio. Nunca hay que mirar atrás, pero de vez en cuando se debe mirar por el retrovisor, lo digo porque igual no tenemos que esperar tanto para ver repetida esa gran pareja del ataque blanquinegro, porque además el ´9´ tiene mucho más movimiento para encarar, su jugada favorita, y el ´11´ multiplica las ocasiones de gol. Es mejor empezar con los dos y después sacar de refresco a Jonas, así el brasileño remata el partido que hace falta.

Polivalencia

Ese sistema permite más creación en el centro del campo, como se comprobó. La parte más visible fue con un Albelda que se acercó al área del Sporting en varias ocasiones, pero Tino Costa —que aún no sabemos si es carne o pescado—, se hartó de meter pases de escándalo, como en el primer tanto. La mejora fue considerable, porque se esfumó esa dependencia de subir la pelota por la vía del mediapunta. Porque la falta de esa figura hace que muchos jugadores puedan asumir esa demarcación en distintas fases del partido.

Oficio

Aunque el mejor dibujo táctico es el que te hace ganar, la sensación que deja el Valencia con dos puntas es de notable. También hubo buenas noticias en la retaguardia. Dealbert demostró una vez más mucha profesionalidad. El central valenciano siempre está cuando más se le necesita y cubrió la baja por sanción de Ruiz. La vuelta de Guaita fue satisfactoria.

´Chapeau´

Admito mi error al dudar de las prestaciones de Mathieu. El francés es uno de los mejores banda izquierda de la Liga. A sus incansables galopadas de ataque, suma una solvencia defensiva. Ha crecido mucho desde su llegada y se está convirtiendo en un seguro.

Lamento

El Valencia es mejor que Osasuna. No hay duda posible. Por eso cuando el sábado los pamplonicas ganan al Barça, se demuestra que los de Guardiola estaban atravesando un bajón que Emery desaprovechó.

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