Decepción y de la grande. Para qué nos vamos a engañar, ya habrá tiempo de levantarse, porque el Valencia tuvo al todopoderoso Barcelona entre las cuerdas, pero se queda sin final. Con un poco más de calidad, los de Emery hubieran resuelto la eliminatoria. El equipo de Guardiola está en un bache y era ocasión de aprovecharlo. La imagen de Aduriz resbalándose cuando tenía la oportunidad de empatar, a diez minutos del final, es el relato del partido. En la siguiente jugada Xavi marcó el segundo azulgrana y se acabó cualquier opción de prórroga. Vuelta a casa con el orgullo tocado.

Fatalidad

Era posible, pero a este Valencia le falta un poco más de ambición, creer en sus posibilidades y combinar la intensidad con el acierto. La noche empezó mal, cuando se supo que Soldado no estaría. El martes ya llegó tocado a Barcelona, por eso la convocatoria de Emery era de 19. Existía una remota posibilidad de que estuviera para jugar, pero ni esas. Aduriz hizo lo que pudo, porque al igual que al ´9´ le llegan muy pocos balones.

Daño

El gol de Fàbregas, en el primer cuarto de hora, condicionó el partido. Fue otra jugada desafortunada entre Miguel y Alves, que pese a todo también volvió a dar un recital en el Camp Nou, sobre todo con Messi, que seguro que sueña con el portero brasileño del Valencia. Tampoco es el momento de reproches, pero hay que volver a ajustar la defensa.

Coraje

Nunca se rindió el Valencia, es cierto, pero la mala experiencia que supone quedarse fuera de una final debe servir ahora para prepararse mejor en la Uefita, una competición apetecible, donde seguiremos esperando al mejor Banega.

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