Pues sí querida afición, hacía falta un cambio de entrenador para que el Valencia ganará su primer partido fuera de Mestalla esta temporada. Al menos hemos dado con la tecla de los males. Valverde, que con su alineación dejo claro que hace años que aprobó su máster de entrenador, dijo que era cuestión de más presión y velocidad. Dicho y hecho. Se crearon muchas más oportunidades, hubo sentido táctico e incluso la defensa pareció lo que su nombre indica. Era necesario ganar para encarar la nueva era con ganas, así que hay un panorama de esperanza para los próximos meses. La cabeza vendada de Feghouli en Pamplona es la máxima expresión del que necesita el Valencia para volver a los puestos ´Champions´. Es necesario ponerse el traje de faena para recuperar el camino perdido.