Fernando Alonso tiene en sus manos llenar más o menos las gradas de Montmeló y Valencia en el último año que ambas coincidirán en el calendario. Si llega a Europa líder, cerca de los Red Bull y McLaren o después de haber ganado alguna carrera, ambos grandes premios podrían compartir aficionados en lugar de repartirse el pastel de las entradas en un mismo país, pero si Melbourne confirma la debacle que muchos temen ya tras las declaraciones de los responsables de Ferrari y del propio Fernando, habrá que empezar a rezar por una rápida evolución del ´F2012´ y hacer auténticos milagros para que el último año de duopolio de la Fórmula 1 en España no sea un fracaso de público tanto para Montmeló como para Valencia.

Paciencia

Tras los pasos de Schumacher

Alonso pudo ser campeón del mundo en su primer año en Ferrari de no ser por un clamoroso fallo de estrategia en la última carrera y ahora intentará que a la tercera sea la vencida. Pero para los más pesimistas, conviene recordar que el mismísimo Michael Schumacher tardó cinco años en ganar su primer título con Ferrari, antes de encadenar otros cinco Mundiales que sumó a los dos ganados con Benetton. Aunque parezca mentira, es evidente que a Ferrari le cuesta hacer coches ganadores aun teniendo a los mejores pilotos de la parrilla, pero otro año como el pasado podría ser muy duro y exigiría cambios más allá de la más que presumible marcha de Felipe Massa. Si no están para luchar por el podio y Red Bull y McLaren vuelven a estar por delante, Montezemolo debería empezar a pensar qué falla en un equipo para el que ser segundo es un fracaso. A ver si tenía razón Bernie cuando dijo que les faltaba Adrian Newey.

Viejas rencillas

Petrov atiza a Fernando

Alonso no debería reprochar a Petrov nada por su carrera de hace dos años en Abu Dabi porque se limitó a dar el máximo y no tenía por qué dejarse adelantar, pero después de confirmar que no le ha vuelto a hablar desde entonces, el piloto ruso metió la pata por partida doble. Compararse con Fernando diciendo que él también es un piloto de pago por el contrato del Banco Santander con Ferrari es absurdo porque llegó siendo doble campeón del mundo. Y para seguir haciendo amigos en España, dice que «las mujeres no tienen el físico y no están preparadas para las fuertes velocidades». De Villota no correrá este año, pero tarde o temprano habrá alguna mujer en parrilla, como la valenciana Elena Rosell en Moto2.