El calendario de Fórmula 1 para 2014 está ya decidido y es inamovible salvo que haya graves problemas para acoger la prueba en alguno de los nuevos circuitos. Pero aún en ese caso, Valencia no tendrá gran premio en 2014. La Generalitat no quiere acogerlo y Bernie tampoco desea dos pruebas en un mismo país, pero ahora falta por resolver qué coste tiene bajarse del gran circo y es ahí donde cada uno ha empezado a jugar sus cartas. Y por si quedaba alguna duda de la estrategia de Valencia para despedirse de la Fórmula 1, Císcar la dejó patente ayer.

¿Quién incumple?

Valencia ha cambiado el discurso de «si no nos rebajan el canon queremos salir de la F1» por el de «si hay que pagar penalización, celebramos la prueba y cumplimos el contrato», aunque ello implique pagar los 34 millones del canon. La primera opción era la prioritaria meses atrás, pero una vez claro que Ecclestone no acepta una rebaja en el canon y filtra ya a los equipos un calendario con Montmeló en lugar de Valencia, la estrategia pasa por dejar que sea el propio Bernie el que saque el GP de Europa del Mundial y no Valencia la que renuncie y se niegue a pagar, de tal forma que sería Ecclestone y no Valencia el que impidiera cumplir el contrato firmado hasta 2014 y no pudiera así exigir el pago de una penalización. De ahí el hecho de que Císcar expresara ayer la voluntad de acoger la carrera en 2014 si Bernie no perdona la indemnización pactada en su día.

´Gracias´ a Montmeló

Los problemas con Montmeló para acabar de plasmar el acuerdo verbal de alternancia en la Fórmula 1 han acabado por favorecer los deseos de la Generalitat Valenciana. Basta con preguntarse, ¿qué ocurriría si los responsables del circuito recientemente bautizado como Barcelona-Catalunya no hubieran cambiado de opinión y quisieran respetar el acuerdo de alternancia y no acoger el gran premio de 2014? Valencia estaría obligada sí o sí a celebrar la prueba o a pagar la penalización íntegra. El objetivo ahora ya no es tener F1, sino salir de ella con el menor coste posible.