Mucho me temo que los abucheos de ayer a Lorenzo y a Márquez en el podio van a ser la tónica habitual de la temporada. Las heridas de las últimas carreras del año pasado no solo no se han cerrado, sino que se han abierto más con la vergonzosa referencia de Rossi a la acción de Senna sobre Prost en Suzuka´90 y con el último pique de este fin de semana entre el italiano y Lorenzo, quien ayer mandó callar a Valentino al celebrar su victoria en un gesto que también se podía haber evitado. Pero la tensión se palpa desde la primera carrera y el que menos ha hecho para calmarla es Rossi, quien parece más obsesionado en una ´vendetta´ con Márquez que en ganar el que sería su décimo Mundial.

La memoria selectiva

Valentino pidió una sanción de un punto del carné a Lorenzo haciendo referencia a otra que sufrió él el año pasado en Misano. «El problema es que hay un precedente, y no digo que sea justo sancionar a Lorenzo, porque para mí no habría que sancionarle como no hubo que sancionarme a mí, pero conmigo lo hicieron». Por esa regla de tres no debió correr el año pasado en Cheste, ya que por algo menos de lo que él le hizo a Márquez en Sepang, Lorenzo se quedó sin salir en una carrera en Malasia años atrás.

Navarro, sin suerte

Jorge Navarro peleó por el podio hasta el final en una carrera con seis italianos entre los ocho primeros. Ayer se le escapó, pero dejó claro que hay motivos para creer en él.

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