Seguro que no pocos fueron los que vieron ayer la final entre Federer y Nadal con la idea de estar ante un hecho irrepetible. No se enfrentaban en una final de Grand Slam desde 2011 y el de ayer parecía un regalo que tenía reservado el destino para los amantes del tenis y del deporte en general. Pero si mantienen el nivel de estas semanas y les respetan las lesiones, ¿por qué no van a poder repetir esa final o luchar por más títulos de Grand Slam? Con el regreso de ambos a las quinielas de grandes favoritos, se abre una nueva era en la que se multiplican los aspirantes a ganar los títulos. Se acaba el mano a mano entre Murray y Djokovic. Los dos más grandes han vuelto. Y a ellos se suman también los Raonic, Dimitrov, Zverev, Kyrgios, Thiem y Goffin. Sin olvidar tampoco a un Bautista que ya ha acariciado un Masters 1000 y que derrotó meses atrás al entonces número 1 del mundo, Novak Djokovic, y a un David Ferrer que, pese a su mala racha de resultados, quiere demostrar que aún le queda cuerda para rato en el circuito.

Treintañeros al poder

Por primera vez en la historia, los cuatro finalistas de los cuadros individuales de un Grand Slam superaban la barrera de los 30 años: Federer (35), Nadal (30), Venus Williams (36) y Serena Williams (35). Cuando hay talento, mentalidad ganadora y el físico les respeta, no hay nadie mejor que ellos y además, son el mejor ejemplo para otros cracks como David Ferrer. El de Xàbia, acostumbrado a estar entre los cinco mejores de la ATP durante años, ha visto cómo ha caído hasta el número 23 del ranking mundial tras un año sin títulos ni finales y con alguna lesión importante. Si recupera la confianza y las lesiones le respetan, aún puede luchar por ganar títulos pese a ser también de los más veteranos con 34 años.

Ojo a Roland Garros

Con el nivel que ha mostrado en Australia, el título no se le habría escapado en tierra batida. Nadal lo sabe y aunque hasta París aún queda mucho, tiene ya en el punto de mira su décimo Roland Garros.

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