No es cuestión de perder más tiempo con lo de los objetivos del Valencia CF.?Cuando se firmó a Emery, lógicamente, ninguno de los que estaban allí podía asegurar si el entrenador podría contar con las estrellas del equipo para planificar la temporada.?De hecho, y como muy bien recordó Unai Emery, el secretario técnico que lo fichó ni siquiera estaba cuando empezó la temporada.?El mismo entrenador, recién fichado por dos años sin condicionantes ni cláusulas, caminó por la cuerda floja durante la efímera etapa Villalonga. Y no había hecho más que comenzar el mes de julio. Pero semanas después, cuando llegaron Vicente Soriano y Fernando para confirmar que Villa y Silva se quedaban, quedaba claro a los ojos del valencianismo que el objetivo no podía ser otro que estar en la Liga de Campeones, como se ha demostrado después. El equipo ha estado muchas jornadas entre los cuatro primeros, tuvo la tercera plaza al alcance a falta de cuatro o cinco jornadas y ha peleado por la cuarta casi hasta el final. Potencial, por tanto, había para ello, porque a estas alturas milagros pocos.

La temporada 2008/09, para bien o para mal, ya es historia. Y si hace un año había dudas acerca de los objetivos del equipo, miedo da pensar qué le van a decir ahora a Emery de los objetivos de la próxima.?Si ni siquiera está claro quién es el que tiene que marcarlos. Si todo está pendiente de una reunión del consejo, de una junta de accionistas y de unas decisiones que superan al entrenador y a los objetivos deportivos.?Empieza la cuenta atrás y el futuro del Valencia está en juego.