Nosotros le damos la oportunidad de expresarse en Superdeporte a pesar de que no lo merece y él nos concede la entrevista después de haber calificado su intervención en la Junta de Accionistas como fantasmada. Estamos empatados. Por lo demás, Víctor Vicente Bravo no nos ha dicho dónde y cuándo va a aparecer el dinero, ni los nombres de las empresas o personas que participan de esos fondos de inversión que tanto interés tienen en las posibilidades de negocio del Valencia CF, ni siquiera los nombres de esos futbolistas que tenían pensado traer prestados y que, como no podemos más que imaginar, seguro que son cracks de talla mundial. Muchas opiniones, pero ningún dato. Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla... Muchas palabras, hechos ninguno. A día de hoy, y según él mismo afirma todo esto comenzó en enero, no hay ni una sola prueba palpable de que toda esa inversión que afirmar hay preparada para inundar Valencia de dólares es real, un parto de nueve meses demasiado dificultoso para ser creíble, como él mismo reconoce.

Obviamente todo lo que dice no son sandeces. Viene a afirmar que Bancaja y la Generalitat están ayudando continuamente al Valencia, como aquí todos ya hemos dicho montones de veces. Que es necesario dar muchos giros legales a la situación para justificar esas ayudas, como también sabemos. Y asegura que Soriano ni es apoderado de Dalport ni estaba previsto que fuera el presidente del Valencia. Vamos, que lo de Soler, Soriano y etcétera fue como aquello de coge el dinero, corre y ahí se queda el Valencia. Como suponíamos.