El regreso de Baraja va a ser un alivio tremendo para Unai Emery. Sobre Banega habían dudas razonables antes de que el balón empezara a rodar, pero en estos partidos ha hecho méritos suficientes, se ha ganado el lugar que ocupa en el once y no hay razones objetivas para que deje de ser titular. Ni se le ocurra. La buena noticia es que el entrenador tendrá ahora con Baraja una solución para que el equipo no se desconponga y termine por regalar los puntos a capazos cuando quite al argentino en los minutos finales, ya sea por cansancio o por algún inoportuno problema allí donde la espalda pierde su casto nombre.

El del bigote

Eso o que inviten a unos canapés en el palco al señor del bigote para que les revele cómo y cuándo tuvo fichado a Mascherano, un centrocampista que al Valencia le vendría de miedo. Al Valencia y a muchos otros, por eso el que lo tiene no lo vende.

Lo que está mal

Emery felicitó a los jugadores en el vestuario y les dijo todo lo que le había gustado del partido, en especial la capacidad para remontar un marcador que se había puesto una vez más cuesta arriba. Puede que sea lo correcto en ese momento, después de haber sufrido un golpe con el gol casi al final. Hay que esperar que en los próximos días, ya en frío, les deje bien claro también todo lo que no le gustó y lo que hicieron mal. A juzgar por las ocasiones del Atlético de Madrid en el último cuarto de hora, debieron ser muchas cosas.

Mala suerte

Ha sido una semana dura con tres malos resultados en sólo siete días. El Valencia ha perdido una buena oportunidad para distanciar mucho a posibles rivales como el Villarreal o el propio Atlético Es momento de tener muy claro que los resultados sólo llegarán desde la tranquilidad y el análisis de los errores. Para lo primero una buena recomendación es la infusión mezcla de tila, azahar, melisa y hierba luisa que venden en Mercadona, marca Hacendado. Para lo segundo, es fundamental dejar de decir e incluso de pensar tonterías como que el Valencia cedió el empate por mala suerte.