Vamos a pensar por un momento qué hubiera pasado si no se llega a lesionar Moyà en aquel partido ante el Bursaspor. ¿Y si César no hubiera cantado en su vuelta al equipo, Osasuna no empata ese partido en Mestalla y el veterano guardameta no recae de sus problemas físicos? Pues habría pasado lo que estaba previsto según el guión, que Diego Alves sería sin discusión el portero del Valencia la próxima temporada. Y no se pone en duda que podría ser hasta un buen fichaje, aunque no es hoy precisamente el mejor día para anunciarlo. Será fruto de un buen trabajo en el mercado exterior, pero también de un inquietante desconocimiento del interior. Porque podemos apostar a que nunca hubiéramos sabido que el Valencia tiene a uno de los mejores porteros del mundo, al que además ha formado en la casa y no le ha costado nada. Sin duda el fútbol estará lleno de circunstancias parecidas, pero no deja de ser grave y preocupante que el Valencia tenga un portero extraordinario y no se hayan enterado más que por una casualidad del destino. Porque no hay que hurgar mucho en la herida para comprobar que nadie en el club, nadie, había valorado debidamente la progresión y las cualidades de Guaita, ese mismo que ahora deslumbra con sus paradas y sorprende con su solvencia y saber estar en una portería de alto riesgo como la del Valencia CF. Lo único que cabe esperar es que la lección sirva para no caer en el mismo error con otros futbolistas cuyos nombres son de sobra conocidos, porque el Valencia en sus circunstancias no se lo puede permitir. Por todo, donde había una gran noticia ahora el club tiene un problema con la renovación de su portero, un problema al que en buena lógica terminará encontrando la mejor solución posible, la esperada.