Ahora mismo, prefiero tomarme un poco más de tiempo. Si lo respetan bien y si no mala suerte». Son las palabras atrevidas de un enigmático Pep Guardiola cuando le preguntaron una vez más por el asunto de su renovación. Bastante más comedido suele ser Unai ante la misma pregunta, lógico porque la posición de ambos es diametralmente opuesta. Mientras el presidente del Barcelona va detrás de su entrenador para que le firme los papeles de por vida, aquí a Llorente no le corre ninguna prisa. También es posible que no, pero podríamos estar hoy ante el último Barça-Valencia con Guardiola y Emery en los banquillos, al menos con los dos. Si fuera así, sería la última oportunidad para que Unai demuestre que además de darle por saco también es posible ganar. Alguna vez ha estado cerca de hacerlo y, estadísticamente, después de tantos partidos alguno tendría que caer de este lado.

Cambios

Otra manera de llegar

Menos poner a Albelda y Topal juntos en el medio campo, Emery lo ha probado casi todo para hacer frente al Barcelona. Desde que se sacó de la manga la fórmula Alba-Mathieu ha sido la poderosa banda izquierda del Valencia la que más problemas ha causado a Guardiola. Hoy, como los tiene a los dos griposos, seguramente se verá obligado a prescindir de alguno de los dos, lo que quiere decir que tendrá que cambiar y buscar otra manera de llegar a la portería de Valdés.

Defensa

Los puntos que se fueron

Con la intensidad defensiva que exhibió el jueves en Inglaterra, ciertos partidos no se habrían escapado y esta noche el Valencia podría salir del Camp Nou segundo por delante del Barça. La situación es otra, si Unai por fin lo consigue, una victoria colocará a su equipo a sólo cinco puntos con el average particular a favor. Seguirán siendo muchos, pero vale la pena intentarlo. Un golpe así, por fin, sería fenomenal para elevar la estima —y autoestima— de este equipo.

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