Se va un tipo con el que uno tiene la sensación de haber vivido días clave en la historia del Valencia, haber compartido algo realmente importante para el futuro. El que puso en marcha en este club una limpieza tan profunda que se lo acabó llevando hasta a él. Un presidente que decidió echarle valor a la vida y plantar cara a todos los poderes, fácticos o no, que llevaban años arruinando al Valencia CF. Siempre a un ritmo trepidante, agotador. Volverá, no lo duden, y el valencianismo le estará esperando. Tan malo, tan mentiroso y tan ‘trincador’ no será Amadeo Salvo cuando el día en que decide marcharse puede girar la cabeza y ver que se van todos con él, sin excepción. No todos podrán decir lo mismo el día que les toque.

MENTIRAS

LO QUE SE DICE MENTIR

Hablando de mentiras, hace días me dijeron que en un programa de radio se hizo una especie de ranking de presidentes metirosos de la historia del Valencia, que encabezaba precisamente Salvo, por delante de otros como Paco Roig y… ¡Agustín Morera! Es curioso que en la lista no estaban otros de la talla de Pedro Cortés o Vicente Andreu, que son algunos de los que vendieron el Valencia CF a Juan Soler por una millonada y siguen dando lecciones de valencianismo ahí donde les dan cancha. Vayan ustedes a saber por qué. Hombre, lo que se dice mentir, Salvo ha mentido bastante en estos dos años y pico. No es como para estar orgulloso de ello, aunque muchas veces es por obligación. Sin ir más lejos, el martes alrededor del mediodía hasta negaba que se iba a marchar y que al día siguiente habría una rueda de prensa de despedida. Los hubo que, cuando fueron a explicar la maravillosa operación Newcoval se olvidaron de ocultar a accionistas y aficionados que le estaban regalando el patrimonio del club a familiares y amigos de Rato.